Alejandro González  Iñárritu
“Birdman”
La comedia negra “Birdman”, que aspira a nueve estatuillas, podría reportarle a González Iñárritu su primer reconocimiento de la Academia de Hollywood como mejor director, una distinción que ya le concedió Cannes hace casi diez años con “Babel”. 

Este director de 51 años podría hacer que por segundo año consecutivo un mexicano levante la estatuilla al mejor director, distinción que hasta la fecha sólo atesora Alfonso Cuarón (”Gravity”). Sus películas han pisado la alfombra roja de la Academia de Hollywood desde hace tiempo: “21 Gramos” tuvo dos nominaciones, “Babel” se llevó el Oscar a la mejor banda sonora (Gustavo Santaolalla) y “Biutiful” tuvo dos nominaciones. Iñárritu, que fue un exitoso conductor de radio antes de dedicarse al séptimo arte, dice que en el cine comenzó tarde. Empezó realizando un corto para televisión, pero debutó con un largometraje de ficción, nada menos que con “Amores Perros” (2000). 

Richard Linklater
“Boyhood”
El director estadounidense, un autodidacta que desde hace más de una década es una voz reconocida del cine indie, cumplirá en julio 50 años. 

Hasta ahora sólo había estado nominado como mejor guionista en las aclamadas “Before Sunset” (2005) y “Before Midnight” (2014), pero con “Boyhood” aspira a cinco estatuillas, entre ellas las de mejor película y director, un premio que ya obtuvo en el Festival de Berlín el año pasado, cuando se estrenó. En los Globos de Oro se llevó además el premio en la categoría de dirección y la película fue distinguida como mejor drama. 

El cineasta de Houston (Texas) debutó en 1985 con un corto documental, pero no conseguiría notoriedad hasta “Before Sunset”, un filme sobre el encuentro casual de una pareja que permanece unida durante 24 horas. Varias de sus películas se mueven en esa franja temporal, a diferencia de “Boyhood” que ha sido rodada a lo largo de 12 años, informa la agencia DPA.

Bennet Miller
“Foxcatcher”
Es la primera vez que está nominado como Mejor Director en esta meca del cine. “Foxcatcher” es la historia de un excéntrico y solitario multimillonario (Steve Carrell), falto de afecto, que patrocina a un joven deportista de lucha libre de extraordinaria fuerza y débil personalidad. El filme tiene cinco nominaciones al Oscar y el reconocimiento del Festival de Cannes como mejor director. 

El neoyorquino de 48 años, debutó detrás de la cámara en 1998 con un documental sobre un guía turístico neoyorquino y desde entonces tan sólo ha rodado tres películas de ficción, todas ellas basadas en personajes reales. Además, las tres han llegado a los Oscar, sobre todo por el ojo de Miller para elegir a los protagonistas. Por ejemplo, el desaparecido Philip Seymour Hoffman ganó su primer y único Oscar con “Capote” (2005), un retrato del escritor cuando investigaba a un asesino, un caso que plasmaría en el libro “A sangre fría”.

Mortem Tyldum
“The imitation game”
Mortem Tyldum es el único novato entre estos cinco nominados en el ámbito de las candidaturas a los Oscar. El realizador escandinavo se dio a conocer internacionalmente con el notable thriller ‘Headhunters’ (2011), que se convirtió en la película noruega más taquillera de la historia, y supuso el salto de su realizador a una producción de primer nivel con “The imitation game”.   

De los candidatos es probablemente el que tiene un estilo menos reconocible, pero eso no le ha impedido imponerse a otros fuertes contendientes como eran David Fincher, Damien Chazelle o Ava DuVernay.

La cuarta película de Tyldum lo ha catapultado en Hollywood, donde se ha situado directamente en lo más alto con la tercera película con más candidaturas: ocho opciones a premio. Pese a esto, se fue con las manos vacías en los Bafta y los Globos de Oro, aunque su nombre ya circula en la meca del cine.

Wes Anderson
“El gran hotel Budapest”
Wes Anderson tiene 45 años, un rostro aniñado y una debilidad clara por la fábula, por contar historias como si de un cuento se tratara y capaz de retrotraer al espectador ya adulto hasta ese mundo de sentimientos puros en los que la ternura siempre está presente y la ingenuidad todavía no está mal vista, describe la agencia DPA. El director de Texas, guionista de todas sus películas, siempre tuvo claro que su oficio iba a ser el de contar historias. De niño rodaba en súper 8 las que él mismo escribía. En la universidad conoció a Owen Wilson y con él grabó su primer corto, “Bottle Rocket”, en 1994. Fue un éxito en el Festival de Sundance y ello le permitió conseguir el dinero para convertir la historia en un largo. Y así despegó una carrera que siempre se ha desarrollado en el ámbito de la comedia (un género poco querido en las grandes entregas de premios), pero ningún trabajo tuvo tanto éxito hasta ahora como “El gran hotel Budapest”, que compite a nueve estatuillas.